Cómo conservar las frutas y verduras frescas en casa

A diferencia de las generaciones anteriores y las personas mayores que salen al mercado o a comprar sus provisiones casi cada día, los nuevos consumidores y las personas ocupadas cada vez distancian más la compra.

Esto no afecta a los alimentos de larga duración que se pueden comprar en más cantidad, pero sí se nota en fruta y verdura, por ejemplo, que queremos consumir fresca.

La pregunta de “cómo conservar más los vegetales” es una de las más recurrentes en la logística de la despensa y vamos a responderla en este artículo:

¿Dónde se guardan mejor las frutas y verduras? ¿nevera o frutero?

Cómo conservar verduras y frutas frescas depende de cada caso. Estas son las verduras y frutas que se conservan sin frío.

CONSERVAR VERDURAS FUERA DE LA NEVERA

Aunque haya quien se sorprenda, algunos alimentos conservan mejor sus propiedades y sabor fuera de la nevera, y no les convienen las temperaturas inferiores a 10°C.

Pero ya queda a la elección personal en función del espacio que se tenga en la cocina y la temperatura ambiental. En verano algunas cocinas son como un horno.

¿Nunca has visto un calabacín cristalizado en la nevera? Te queda muy aguado para cocinar.

Si se prefiere guardar estos alimentos en el frigorífico, que sea en el estante menos frío o en los cajones para conservar verduras, donde la temperatura ronda los 8-10 °C.

Vegetales que aguantan bien en la despensa

Pero, en general estos vegetales se conservan muy bien en la despensa:

  • Los tubérculos y raíces como las patatas, los boniatos, las zanahorias y la remolacha cruda -no cocida- se recomienda guardarlos en un sitio oscuro, fresco y seco y pueden aguantar un mes entero en buen estado. El frío altera el sabor y textura de las patatas especialmente
  • Las calabazas de invierno pueden durar en un lugar oscuro hasta 6 meses. En mi caso, hemos comido calabazas en perfecto estado con casi un año
  • Las cebollas se deben guardar en un lugar fresco y seco y lejos de la luz solar directa, pero tampoco tocando a las patatas porque hay riesgo de que ambos se estropeen más rápido
  • Ajos: se almacenan en un recipiente fresco, seco y ventilado para preservar su potente sabor. Se conservan varios meses, pero una vez que se haya roto la cabeza, úsalos en un periodo no mayor a diez días.
  • Pepinos, mejor a temperatura ambiente para que no queden acuosos o se estropeen antes
  • Los tomates pierden sabor en la nevera porque el frío detiene el proceso de maduración. Además, afecta a su textura: se vuelven harinosos y se ablandan
  • Berenjenas, no les va bien ni el frío ni un lugar demasiado cálido, ya que se pondrán malas. Guárdalas en un lugar fresco y oscuro, alejado de la luz solar directa.


FRUTAS FUERA DE LA NEVERA ¿Todas las frutas se conservan igual? Maduración en casa

Cada fruta es un mundo y el lugar de conservación depende de su estado -si la compramos más dura o blanda para consumo reciente-, de la cantidad, de cada variedad y de la temperatira exterior y estación del año.

Pero, en general, estas frutas se conservan mejor sin frío:

  • Aguacates. Se recomienda meterlos en la nevera cuando ya están maduros y mejor enteros porque pelados o en rodajas se oxidarán. Un truco cuando tengamos prisa para que maduren es guardarlos en el frigo dentro de una bolsa de papel.
  • Mangos, el frío frena su maduración. Al igual que los aguacates, los guardamos cuando ya estén maduros
  • Melones y sandías (enteros). No los metas hasta que los abras
  • Plátanos deben madurar en el frutero porque el frío puede retrasar el proceso de maduración. Un truco popular cuando se compran muchos plátanos y se quieren guardar en frío es envolverlos en papel de periódico e ir sacándolos poco a poco al frutero para que maduren.

VEGETALES DENTRO DE LA NEVERA Y SEPARADOS DE LA FRUTA

Usamos precisamente los denominados “cajones de las verduras” que son los estantes inferiores, los más espaciosos y los más adecuados para conservar verduras.

Con estos consejos las verduras nos durarán más tiempo:

  • Separamos los vegetales de hoja verde como la kale o las espinacas en un contenedor y los alejamos de manzanas y frutas para evitar que el gas etileno, considerado como la “hormona de envejecimiento de las plantas“ y presente en algunas frutas principalmente, haga que se estropeen antes.
  • Si mezclamos la fruta con la verdura, esta amarillea y marchita pocos días al ser muy sensible al gas etileno. Simplemente tomamos la precaución de separarlos a no ser que busquemos lo contrario, que maduren antes.
  • Guardamos el alimento entero porque si pelamos las frutas o los vegetales, se oxidarán antes, pierden algunos nutrientes y los microorganismos empezarán a crecer. Mejor dejamos el tallo intacto y no rompemos su piel.
  • Otro tema es que queramos preparar con antelación algunas lechugas o verduras para tenerlas ya limpias y preparadas y ahorrar tiempo durante la semana. Podemos guardar en un recipiente las hojas verdes lavadas, centrifugadas y secas en capas separadas por papel de cocina o en bolsas de algodón especiales para conservar verduras. Así se conservarán crujientes y estarán listas para usar. Pero mejor no las troceamos.
vejibag para conservar vegetales
  • Vejibag es una bolsa de algodón orgánico que ayuda conservar verduras frescas en el frigorífico durante más tiempo y mantener su textura. Sirve para lechugas, espinacas, zanahorias, brócoli, apio, berenjena, remolacha, acelgas, setas, etc. Y puede mantener fresca la hoja verde hasta dos semanas.
  • También separamos las hojas verdes de los manojos de zanahorias para que no continúen absorbiendo nutrientes. Estas hojas se pueden licuar en los zumos verdes, pero amargan un poco, no hay que excederse con la cantidad.


Diferencias de conservación de frutas y verduras frescas. ¿Cuánto duran los alimentos en la nevera?

Aunque muchos vegetales crudos pueden conservarse unos 7 días, y algunos como berenjena, calabacín, pimientos, puerros o zanahorias duran hasta 2 semanas y más y, como hemos comentado las calabazas pueden durar meses y respecto a las frutas, las manzanas son también de larga duración.

Pero debemos saber que a mayor tiempo de refrigeración mayor será la pérdida nutritiva. Siendo por tanto recomendable acortar los días entre su compra y su consumo al mínimo posible.