comer mejor

Cada año comenzamos un nuevo ciclo con mucha ilusión, esperanza y una lista de propósitos. Lamentablemente, pocas personas se comprometen y pocas alcanzan sus objetivos.

Para que esto no pase y poder cumplir con nuestras metas, los expertos en productividad aconsejan acciones como: reflexionar bien sobre los nuevos hábitos y proyectos personales, saber priorizar y abordarlos uno a uno y no empezar el siguiente hasta que el anterior esté afianzado en nuestra agenda y rutinas, ser realista con nuestro tiempo disponible, ponerlo por escrito, convertir cualquier deseo en acciones concretas medibles, si es algo de envergadura, subdividirlo en porciones-mini metas que encajen en nuestros horarios, hacer un seguimiento revisando los progresos y premiarse por cada logro conseguido.

Estas son recomendaciones muy generales, pero si entramos en materia de cocina, comer más sano y casero y cuidar nuestros hábitos alimentarios es uno de los propósitos que no suelen faltar en las litas de año nuevo.

Para pasarlo de un sueño abstracto a decisiones prácticas, vamos a analizar los siguientes 7 consejos:

1. Dejar hueco en nuestra agenda para tiempo hogareño: tiempo para revisar la comida que queda en la despensa, nevera y congelador, para planificar el menú semanal, hacer la lista de la compra, ir a comprar alimentos y unas horas para preparar recetas con antelación e ir más holgados durante la semana.

La cocina saludable no es una pérdida de tiempo sino una inversión en salud y también puede ser creativo y divertido. Además de un gran recurso económico y ecológico porque aprovechamos los alimentos que siempre hay por casa y evitamos el desperdicio alimenticio

2, Apostar por la cocina casera. Aunque solo cenemos en casa, ir aumentando el número de recetas cocinadas por nosotros (también contamos las ensaladas) y priorizar los alimentos frescos frente a opciones procesadas o precocinadas.

Preparar unos espaguetis a la carbonara, por ejemplo, es sencillo, rápido y exquisito y una vez que lo probemos no volveremos a los de sobre. Nada que ver…

3. Elegir métodos de cocción más saludables como al vapor, a la plancha, al wok, al horno frente a fritos o excesos de rebozados.

4. Renovar el menaje de cocina para adoptarlo a nuestros nuevos menús. El mercado cada vez nos ofrece más opciones y más asequibles: una batidora de alta potencia para batidos verdes y picar frutos secos, un robot de cocina si queremos tener ayuda en la cocina (los más recomendables son los que tienen una pantalla digital y solo hay que seguir las instrucciones), una sartén sin tóxicos, moldes de silicona platino para nuestra repostería, una olla lenta o slow cooker si lo que queremos es el chup-chup de la abuela pero en versión eléctrica, una vaporera compatible con nuestras cazuelas y cualquiera de los nuevos gadgets de la cocina sana

5. Salir de la rutina y probar recetas nuevas.

Renovar los libros de cocina, revistas, seguir blogs, cuentas de Instagram o apps de autores que nos inspiren y que nos apetezca probar sus recetas. Nunca ha sido tan fácil cocinar en casa. Las marcas de alimentación también tienen cuentas llenas de vídeos y propuestas

6. Pasar a la acción, coger el delantal y entrar en harina.

Para hacer un plato nuevo, antes hemos de leer bien la receta y comprobar los ingredientes que necesitamos para anotarlo en la lista de la compra. Más vale lápiz corto que memoria larga…

7. Compartir nuestra nueva faceta de cocinitas con nuestras amistades y cuando ya llevemos unas semanas de “prácticas” y ensayo-error preparar una meriendita o cena donde les demostremos nuestras nuevas habilidades

Con estos 7 consejos para comer mejor de una vez por todas podemos convertir el deseo de la alimentación saludable en un hábito integrado en nuestro día a día que mejore nuestra despensa, menús y nuestra salud.