
Decía el psiquiatra Luis Rojas marcos hace tiempo que «la dieta es el sedante sociopolítico más poderoso aplicado a las mujeres». Cuanta energía, tiempo y talento desperdiciamos en estos temas que podríamos dedicar a mejorar nuestra vida, y el mundo…
En este sentido, traemos hoy una entrevista a Jone Benedicto, licenciada en derecho, conferenciante y coach, porque su historia personal abarca episodios donde la ansiedad y mala alimentación le llevaron a enfermar y cómo sanó y superó la situación a través de los hábitos saludables y el respeto hacia si misma y un cambio de mentalidad.
Ha publicado el libro «HAMBRIENTAS: porque no es gula, es hambre» y en él recoge su testimonio de superación, todos los conocimientos en nutrición que le han ayudado y más de 20 recetas vegetales sanas.
Y en esta entrevista nos cuenta su proceso:
«Cada bocado que das importa». Este es uno de los primeros mensajes que nos encontramos en tu libro. ¿Tanto condiciona lo que comemos?
Creo que “cada bocado que das importa” porque lo que comemos determina el estado de nuestra salud y estado de ánimo.
Cuando llevas un estilo de vida sano, con una alimentación mayoritariamente fresca y natural, tu cuerpo tiene más energía y vitalidad, puede enfrentar de una manera más eficiente las situaciones estresantes y tu ánimo se eleva, llenando tu espíritu de optimismo, paz y alegría de vivir.
¿Quién es Jone Benedicto y por qué ha escrito el libro «HAMBRIENTAS: porque no es gula, es hambre»?
Jone Benedicto es una chica que creció comiendo para calmar sus ansiedades y que, cuando quiso parar, no pudo.
Una persona que tenía fuerza de voluntad para todo, pero con la comida se sentía débil y fuera de control. El chocolate y las cosas dulces la consolaban en momentos de angustia o tristeza, y la deprimían seriamente tras cada consumo. El sentimiento de culpa, ante la sensación de que la comida tenía un poder sobre ella, que no era capaz de controlar, la debilitaba.
Hasta que le llegó la información de que, la compulsión por la comida, era considerada una adicción, como lo es al alcohol y otras sustancias. Y así, fue como empezó a estudiar a fondo las adicciones y enfocarse en la nutrición.
Decidí escribir “Hambrientas, porque no es gula… es hambre” porque quiero que toda la información, que a mi me costó tanto tiempo descubrir, llegue fácil y rápidamente a todas las mujeres que están sufriendo por comer.
Mi deseo es que este libro te libere de la culpa y el autocastigo por tener hambre. Que tengas la misma información que yo adquirí, recopilada y expresada de una manera sencilla, para liberarte del dolor y más años de sufrimiento. Deseo que esta información te empodere, para ser tú la que tome el control sobre la comida y no la comida, te controle a ti.
Muchas personas, especialmente mujeres, pasamos media vida de dietas y restricciones, pero el sobrepeso sigue ahí. Tu afirmas que no es por falta de voluntad y que no tenemos la culpa de tener hambre. ¿Cuál es tu enfoque?
Mi enfoque es que hay muchos factores que influyen en el hecho de que comas más cantidad de la que realmente quieres o necesitas. Y que, cuando se conocen, se pueden tomar las decisiones adecuadas para enfrentarlos y superarlos.
En las casi 500 páginas de tu libro explicas muchos temas como gluten, histaminosis, intoxicación por mercurio, fructosa, candidiasis, sulfitos, leptina o clorofila. ¿Cómo definirías el tipo de alimentación que propone Jone Benedicto?
El tipo de alimentación que propongo es una alimentación donde las frutas y vegetales sean los protagonistas principales, en su mayoría, frescos. Y los niveles de grasa que se consuman sean bajos.
En un momento con tantas teorías dietéticas y contradicciones, ¿cuáles son tus principales consejos para cuidarnos y alimentarnos mejor?
Mis principales consejos para cuidarnos y alimentarnos mejor son:
- Hidratarse más, sobre todo en las mañanas: Porque muchas veces confundimos las señales de sed, con hambre. Y, en general, se sufre de deshidratación crónica sin saberlo
- Aumentar el consumo de frutas y vegetales frescos: Porque nuestro cuerpo sentirá más energía y vitalidad
- Caminar por la naturaleza con frecuencia: Porque calma nuestras emociones y nos conecta con nuestros sentidos
- Cuidar la calidad y la cantidad de sueño: Acostarse sin móvil, tablet o computadora cerca, y dormir la suficiente cantidad de horas: Porque cuando no dormimos lo suficiente, la grelina y la leptina, que son las hormonas encargadas de enviar las señales de hambre y saciedad al hipotálamo, se alteran.
También comentas que «la buena salud no se regala». ¿Crees que la sociedad se debería concienciar más sobre su responsabilidad personal en la prevención y cuidado de la propia salud? ¿Es posible hacerlo con un estilo de vida apresurado y siempre ocupados?
Si, creo que para poder gozar de una buena salud debemos esforzarnos cada día. Es nuestra responsabilidad tomar las decisiones correctas que nos acercan más a un estado de bienestar. Tener salud cuesta. Es una inversión en dinero, tiempo y esfuerzo. Pero los frutos, siempre, siempre, siempre, compensan el esfuerzo.
Sí, es posible hacerlo en una sociedad en la que vivimos, con un estilo de vida apresurado y siempre ocupados, siempre y cuando, uno se organice y planifique. Se pueden utilizar uno o dos días a la semana para dejar preparadas las comidas de los tres días siguientes.
La buena planificación garantiza el éxito. Dejar preparada la ensalada en la nevera, con todos los vegetales cortados y lavados, y el aliño preparado, garantiza que, cuando llegues cansada del trabajo te comas la ensalada y no una pizza o una comida precocinada, porque cuando llegas a casa, estresada y hambrienta, lo único que quieres es algo que ya esté hecho o te lleve poco tiempo prepararlo.
En tu libro ofreces 20 recetas saludables, casi todas ellas crudas y siendo el calabacín uno de los protagonistas en varias recetas. ¿Qué tiene esta verdura que te gusta tanto?
En el libro propongo muchas recetas crudas porque creo que, si la gente aprendiera a hacer recetas sabrosas basadas en alimentos frescos, no sentiría la necesidad de acudir a comida procesada y, llena de aditivos y saborizantes artificiales, para sentir el disfrute por comer.
El calabacín es una verdura muy versátil, y con un sabor suave, que puede gustar a todo el mundo. Además, creo que la manera más sencilla de sustituir los espaguettis tradicionales es con calabacín espirilizado, es una receta muy fácil de hacer y muy sabrosa, y particularmente me encanta.
Como conclusión, hablas del poder transformador de la alimentación y eso demuestra que nuestras cocinas esconden un tesoro mayor del que nos han contado. ¿La alimentación puede mejorar el mundo?
Una buena alimentación puede mejorar el estado interno de la persona, y cuando uno se siente mejor, el comportamiento y humor se transforman. Cuando alguien está saludable y sano, está feliz, y esa felicidad la transmite a los que le rodean. Y si todo el mundo se siente feliz, sí se mejora el mundo.
Muchísimas gracias, María del Mar.