
Siempre es necesario tener una buena despensa con alimentos de calidad en casa, pero en tiempos de confinamiento o que se alargan mucho los días entre compra y compra aún más.
En este artículo, y en el vídeo de abajo, os explico 7 claves para una despensa saludable y organizada fruto de mi experiencia personal por vivir en un pueblito en la montaña con menos de 100 habitantes y con la tienda de alimentación a más de 10 km de distancia, y de mis conocimiento como autora del libro «LA DESPENSA SALUDABLE: la revolución en tu cocina«
1. Los superpoderes de la despensa
La selección y conservación de los alimentos de nuestra despensa que se convertirán en nuestra alimentación no es un tema banal a infravalorar y, mucho menos, desprestigiar como tarea doméstica. No solo es el combustible para nuestro cuerpo y poder vivir con más energía y alegría, sino que implica prevención en salud, autocuidado y estos otros beneficios que nos aporta tanto una despensa bien equipada como planificar un menú semanal casero con ella.
TIEMPO: una buena planificación implica que ganaremos hora a la semana para dedicarlas a otros menesteres
DINERO: ahorramos dinero basando el menú en alimentos de temporada y cocinando en casa. Así evitamos el “compro cualquier cosa por ahí” y las comidas preparadas que son más caras
SALUD: lo casero 100% es más saludable que lo procesado
PAZ: nos quitamos esa pesada carga mental de «qué comemos hoy» y ganamos tranquilidad al tener una tarea controlada y hecha
SABIDURÍA: las recetas y lo que se cuece en el hogar nos unen con una larga cadena de conocimientos y sabiduría ancestral
ECOLOGÍA: cocinando en casa siguiendo un menú planificado y evitando plásticos y envases podemos conseguir menos desperdicio de alimentos y residuo cero. Lo que consumimos, y especialmente lo que comemos, es más importante para el medioambiente de lo que pudiera parecer
HUMANIDAD y pertenencia: Más allá de la invención del fuego, cocinar nos hizo humanos y seguir haciéndolo nos permitirá ser más libres e independientes de las corporaciones y del Sistema. De hecho, algunos autores consideran que cocinar casero en el siglo XXI es revolucionario
2. Alimentos de verdad
La despensa saludable está compuesta por alimentos naturales, frescos, de temporada, integrales, y ecológicos y de comercio justo en la medida de lo posible.
Lo que comería nuestra abuela siguiendo la dieta mediterránea clásica: «comida de verdad«, más o menos como sale en la naturaleza o con poco tratamiento (tipo las legumbres en conserva) y pocas cajas o productos procesados llenos de aditivos.
No nos faltarán frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, semillas, frutos secos, aceites y aliños, algas, conservas naturales y algunos productos más. En esta tabla tienes una lista completa de la despensa saludable. La puedes recibir gratuitamente al suscribirte a este blog.

Por supuesto no hay que tener en casa todos esos productos, sino que hay que PERSONALIZAR la despensa según nuestro tipo de alimentación, edad, preferencias, presupuesto y lo que da el entorno. Los alimentos de temporada con más nutritivos, económicos y sostenibles.
3. Orden, limpieza y comodidad
A más ordenada esté la despensa, más control tendremos sobre lo que guardamos en ella y más la aprovecharemos sin tirar alimentos caducados o estropeados.
Va muy bien usar recipientes transparentes y herméticos donde anotaremos la fecha de consumo y también ordenar por categorías en cestas o cajas de forma que en cada estantería caben 2 o 3 cajas llenas de productos y será mucho más fácil encontrar lo que buscamos y limpiar el armario.
El laurel y el clavo de olor nos ayudarán a evitar insectos en la despensa y el aceite de árbol de té a limpiarla en profundidad.
4. Sistema PEPS
Primero en entrar, primero en salir. De esta forma no olvidaremos alimentos que guardamos desde hace tiempo y los priorizaremos en el próximo menú. Esto vale para todo lo que incluye la despensa como nevera, congelador, frutero, armarios, cajones o carrito de ruedas.
5. Stop desperdicio
Según los datos oficiales, casi la mitad del despilfarro alimenticio ocurre en los hogares, especialmente en frutas y verduras. Hay que planificar bien la despensa y el menú para comprar lo justo y cocinar lo justo para no tirar.
6. Planificación al poder
Nada de meter cualquier cosa en el carro de la compra porque eso no tiene porqué convertirse en una despensa y menú saludable. La improvisación es mala consejera de la alimentación sana.
Dedicando unos minutos en la agenda semanal a la planificación del menú y comprobar qué alimentos necesitamos para cocinarlo resolvemos este tema. Cada minuto dedicado a la organización se gana una hora de tiempo, y en este caso también salud y los superpoderes del punto 1.
7. Menú semanal y lista de la compra
La despensa es el paso previo a nuestras recetas semanales. Revisando lo que ya tenemos en casa para darle salida en el menú y añadiendo más ingredientes para los nuevos platos podremos seguir una alimentación variada y casera.
Diseñar un menú semanal saludable también tiene sus trucos que se explican en este artículo.
¡Feliz despensa saludable!