Sol, aire y tiempo es la receta ancestral para deshidratar alimentos, pero ni todos tenemos sol ni lo tenemos todos los meses ni tenemos espacio o tiempo para atender los factores que inciden en una buena deshidratación al sol.
Mi abuela Felisa antes y mi padre Santiago ahora, siempre deshidrataban tomates y ponían también pimientos choriceros a colgar de las ventanas para para consumirlos en las sopas de ajo del invierno. Una auténtica delicia.
Nosotros algún verano también hemos secado tomates y cherrys en rejillas o cribas al sol y hemos disfrutado de ellos durante muchos meses y en un gran abanico de recetas.
Pero tengo que reconocer que una opción muy cómoda y eficaz es disponer de un deshidratador eléctrico de gran capacidad. Ya os lo hemos mostrado con setas, crackers y algunas frutas:
- Deshidratando setas
- Crackers dulces de semillas
- Crackers crudiveganos de semillas y verduritas
- Chuches naturales y frutas deshidratadas
- Secando tomates
Y ahora os enseñamos cómo deshidratar el otoño, en concreto, melocotones tardíos de finales de verano, higos y cherrys.
Cómo deshidratar los alimentos
MELOCOTONES
Se trata de pelarlos y cortarlos en rodajas gruesas porque al perder el agua, si son finitas se quedan demasiado delgadas/transparentes y se pegan a la bandeja. Los secamos 24 horas a 45º
CHERRYS
Los lavamos y abrimos por la mitad, salamos ligeramente y los colocamos en las bandejas boca arriba. Los deshidratamos unas 24 horas a 45 grados también.
Se podrían aliñar con ajito y perejil o hierbas aromáticas si queremos y así los tendríamos deshidratados y aromatizados a la vez.
HIGOS
Simplemente los limpiados con una telita ligeramente (no los lavamos con agua) y los colocamos en la bandeja de la deshidratadora enteros, con rabito incluido.
Necesitan bastante más tiempo que los melocotones y cherrys, unos 3 días a 45 grados. Después los rebozamos en harina que ayuda a conservarlos mejor y a eliminar posible humedad. Puede ser harina sin gluten pero tengamos en cuenta que algunos tipos -como la de quinoa o trigo sarraceno- tienen un sabor pronunciado que puede eclipsar al higo.
Las ventajas de estas máquinas deshidratadoras es que puedes abrirlas durante el proceso sin problemas para ver cómo van los alimentos o introducir otros nuevos; que hay muchas bandejas para usar a la vez y cuando necesitas menos -como en el caso de los higos que exigen más tiempo- solo consumes la energía de la mitad que estás usando. Además de poder ajustar la temperatura al gusto (ideal 40-45º para mantenimiento íntegro de todas las enzimas aunque se puede deshidratar hasta a 70º); que protegen frente a insectos, suciedad y lluvia; comodidad y seguridad; poco peso para su tamaño y otras ventajas.
Aquí podéis ver el proceso paso a paso:
CONSERVACIÓN
Hemos optado por poner los 3 tipos de alimentos en botes de cristal pequeños con una gasa para:
- que no haya humedad que pueda estropearlos si los cerramos herméticamente
- para protegerlos de insectos o polvo
- por ser cómodos para almacenar en la despensa
- porque quedan muy bonitos y cuando los regalamos son muy bien recibidos
¿Merece la pena deshidratar?
Sí. Merece mucho la pena si tienes los alimentos y quieres conservarlos o si quieres controlar tú la calidad del proceso y los ingredientes.
La deshidratación es la forma más antigua y sana de conservar los alimentos y se trata de extraer solamente el agua, mediante calor suave (entre 40 y 70º) que no altera los nutrientes. Se pueden deshidratar todos los alimentos (frutas, verduras, carnes, pescados, setas, hierbas, especias), comidas (purés, comidas), elaboraciones de dieta cruda (crackers, galletas, pizza, rollitos, tartas, crepes, snacks, barritas, granolas…) y hasta secar flores.
Se puede deshidratar al aire libre y al sol, en un secador solar (existen instrucciones para montarlo por internet), en el horno de la cocina o en deshidratadores eléctricos. Existen muchos modelos de distintos tamaños y precios según las necesidades de cada familia.
Más info
- Ventajas deshidratación
- Secretos deshidratación
- LIBRO: El arte de deshidratar
- LIBRO: Espiritual Chef con muchas recetas caseras y sencillas de deshidratar