Mindful Eating y comer con consciencia

¿Te has preguntado alguna vez cómo comes? Con la tele o en silencio, rápido o masticando con lentitud, con estrés o relajadamente, tragando o saboreando, inconsciente o conscientemente, como un mero trámite o como un momento sagrado, identificando cuando estás saciada o sin medida, con indiferencia o con agradecimiento…

Hemos entrevistado en el bosque donde vive a nuestra vecina y amiga Rosana, terapeuta, experta en mindfulness y relajación y especializada en Mindful Eating a raíz de su propia experiencia personal en la infancia. Bajo los árboles, la lluvia y el viento susurrando, hemos conversado con ella sobre el concepto de «comer con consciencia» y nos ha aportado 3 claves que podemos aplicar desde ya en nuestro día a día.

Espero que veas la charlita y te ayude a reflexionar sobre la actitud, interna y externa, ante las comidas.

Estas son las preguntas que formulé a Rosana:

  1. ¿Qué es eso del Mindful Eating que se escucha tanto últimamente?
  2. ¿Por qué ha resurgido ahora con más fuerza cuando es un concepto que siempre ha existido?
  3. ¿Qué nos puede aportar este “Comer con consciencia” en el día a día?
  4. ¿Es para todos los públicos o especialmente para personas con problemas de peso o trastornos alimenticios?
  5. ¿Cómo son las sesiones de Mindful Eating con Rosana?
  6. ¿Nos das 3 consejos para aplicar esta alimentación consciente en el día a día?

Cuando tengamos el plato delante, pararnos, hacer respiraciones profundas y entrar en un estado de agradecimiento agradeciendo el proceso y las personas implicadas para que podamos comer ese plato concreto. Eso nos pone en otro lugar.

Chequear cuánta hambre tenemos en realidad porque muchas veces comemos sin hambre. Hay que identificar las señales que nos emite el cuerpo y en los niños se ve muy bien. Por naturaleza sabemos cuándo y qué comer, pero no escuchamos. Y el cambio viene desde el interior, no desde el exterior.

Y el último consejo general sería el silencio y el contacto con la naturaleza. A veces solo mirar al cielo y contactar con la tierra nos hace entrar en otro estado. Y unos minutos de silencio al día inicia un cambio…