Muchas personas tienen manía a la alcachofas porque hay que pelarlas, pero se están perdiendo una verdura riquísima, nutritiva y gran amiga del hígado.
Con el tiempo, he cogido destreza para quitar las hojas externas y armada con un cuchillito afilado y guantes -porque tiñen mucho las manos y uñas- tardo poco tiempo en quedarme con el corazón de las alcachofas y ya no hay receta que se me resista :).
En tortilla, rellenas, al horno y fundentes, estofadas, crudas en láminas en carpaccios, en wok, guisadas, en tempura… Las alcahofas admiten muchísimas preparaciones y todas son sencillas.
Esta receta de alcachofas guisadas con un toque agridulce se prepara cociéndolas en la sartén en unos 20 minutos y tiene un sabor diferente con la miel y alcaparras.
Ingredientes
- Unas 12 alcachofas
- 1 cebolla grande
- 3 dientes de ajo
- 1 cucharada de alcaparras
- 2 cucharadas de miel
- sal y pimienta
- 3 cucharadas de vinagre y 1 de harina para sumergir en agua las alcachofas mientras las pelamos para que no ennegrezcan
Elaboración
Quitamos las hojas exteriores de las alcachofas con un cuchillo, cortamos la punta y sumergimos los corazones en un bol con agua, vinagre y harina. Serán pocos minutos, según el número de alcachofas que pelemos, pero así conservarán mejor el color.
Pelamos y troceamos en pequeñito la cebolla y los ajos y los pochamos en una sartén o cazuela ancha con un poco de aceite de oliva y sal durante al menos 10 minutos.
Troceamos los corazones de alcachofas en unos 6-8 trozos y los añadimos a la sartén. Vertemos de 300 a 500 ml de agua caliente, no hace falta que cubra, y cocemos el conjunto unos 20 minutos o hasta que casi se haya evaporado el agua.
Al final, incorporamos las alcaparras y miel y removemos y cocinamos unos minutos más. Salpimentamos al gusto y disfrutamos.
Podemos servir en plato o en cazuelitas.