beneficios de una dieta vegana

Hace unas décadas nuestras antepasadas no tenían muchas opciones para elegir su tipo de alimentación. Sin televisión, sin modas, sin demasiada información, con poca oferta y, según los países, con las carencias de periodos de posguerra, la dieta de nuestras abuelas se basaba en los productos frescos, locales y de temporada y con mucha mayor abundancia de alimentos vegetales que animales.

Sin saberlo, las cocinas de antaño eran más veggies que las actuales porque las verduras, legumbres y cereales eran siempre los protagonistas del plato. Hoy en día, el panorama alimenticio ha cambiado muchísimo a todos los niveles: con tanta publicidad e intereses, el instinto alimenticio se ha perdido mucho; hay sobredosis de oferta, mucha información y, a veces, incluso contradictoria; la desnutrición ha dado paso a enfermedades por exceso y consecuencia de mala alimentación y estilo de vida sedentario y artificial; y ya no hay un único modelo para elegir, sino que tenemos un amplio abanico de «tribus» gastronómicas.

A los omnívoros clásicos se han sumado una legión de grupos vegetarianos: flexitarianos o reducitarianos (poca proteína animal), piscitarianos (con pescado), ovo-lacto-vegetarianos (con lácteos y huevos), veganos quienes no consumen ni carne, ni pescado, ni huevos, ni lácteos ni ningún producto animal como la miel o la gelatina, y crudiveganos que no cocinan por encima de los 43º.  Y a este esquema básico le podemos añadir macrobióticos, paleo, alcalinos, … y así conseguir muchas más opciones.

Según la últimos datos, en España el 7,8 % de la población se considera veggie porque prioriza los vegetales en su dieta o directamente rechaza la carne, siendo los veganos estritos un 0.2%, pero estas dietas verdes son una de las tendencias de consumo en alza.

¿Qué beneficios ofrece la dieta vegana para ganar cada vez más adeptos?

Lo primero será puntualizar que hablamos de la dieta vegana equilibrada porque, como todas las demás, si abundan los procesados frente a la comida de verdad ya no ofrece tantas ventajas. Cuanto más natural sea cualquier tipo de alimentación, mejor.

Más frutas y verduras = más antioxidantes

Al eliminar toda la proteína animal, hay mucho más espacio en los menús para hortalizas, ensaladas, legumbres, semillas, algas y cereales integrales, y con ello todos sus nutrientes

Ecología

Hasta la ONU ha señalado que la dieta vegana emite la mitad de CO2 que la alimentación carnívora y genera menos despilfarro de recursos,  menos gases de efecto invernadero, menos deforestación, respeto a los acuíferos, menos huella ecológica, recursos sostenibles, producción para más población…

Filosofía de vida

En muchos casos, no es sólo cuestión de salud o alimentación, sino de estilo de vida ético con los animales a quienes no se les considera comida sino «vecinos» de planeta. Por ello, el veganismo se lleva hasta la ropa (no se usa cuero, lana o seda), la cosmética, y otras áreas de la vida.

¿Por dónde empezar?

Por informarse y planificar bien los menús para no tener ninguna carencia. Un ejemplo de desayuno saludable sería la famosa crema Budwig rica en ácidos grasos esenciales y vitaminas (existen versiones con «yogures» veganos de anarcardos, coco o almendras).

Como sugerencia para el mediodía, una completa ensalada con garbanzos y muchas verduritas crudas aliñadas con aceite de oliva virgen y hierbas aromáticas.

Y de postre, ¿alguien se resiste a una crema de chocolate y aguacate?

Aunque muchos aún no lo han descubierto, lo verde es más sabroso y divertido de lo que pueda parecer.

 

 

 

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