sopa de ajo

«Si ayer quitaron el hambre
cuando no había que comer,
tanto el rico como el pobre
hoy las comen por placer»
Pepita Calles Crespo

¿Cuántas poesías conoces sobre el amor, o sobre la existencia? ¿Y cuántas conoces sobre la vida cotidiana y, en concreto, sobre la cocina? Pues el día a día y los fogones están llenos de magia, de emociones, de ciclos y de alquimia.

En este blog ya nos hemos emocionado con las delicadas poesías de Pepita Calles Crespo al delantal de la abuela o el puchero de barro en las que evoca estampas hogareñas de la época de nuestros abuelos llenas de chispa y sentido, y ahora publicamos este homenaje a las sopas de ajo, humildes en su momento y que muchos las disfrutan con nostalgia en la actualidad.

LA HUMILDE SOPA DE AJO

Después de acabar la guerra
cuando en ruinas todo estaba
y el hambre insistentemente
a cada puerta llamaba

Fueron las sopas de ajo
un plato fundamental,
que, a la mesa que llegaban
venían el hambre a quitar.

Aquel plato tan sencillo
de pan, ajo y pimentón,
aliviaban los estómagos
y al cuerpo daban calor.

Ni una miga se tiraba
pues el pan andaba escaso,
y era un lujo y una suerte
comer sopas de pan blanco.

Ese era mi desayuno
antes de ir a la escuela,
igual que el de mis hermanos
nuestros padres y la abuela.

En cazuelitas de barro
mi madre nos las servía,
siendo para mi un suplicio
cada vez que las comía

Los ricos, café con leche
solían desayunar,
los pobres, sopas de ajo.
y a comer sin rechistar.

Más, como todo en la vida
ha ido evolucionando,
aquellas humildes sopas
calidad fueron ganado.

Añadiéndole ingredientes
han mejorado un montón,
adquiriendo un gran nivel
con el huevo y el jamón.

Y es asi que aquellas sopas
hoy tienen gran importancia,
y en buena mesa y mantel
se sirven con elegancia.

De ser un plato sencillo
que no era nada importante,
por méritos propios hoy
son menú de restaurante.

En la vida poco importa
el tener humilde cuna,
si se tienen cualidades
se tiene una gran fortuna.

Y es por eso que a las sopas
hoy le ha sido adjudicado
ese reconocimiento
que a pulso se lo han ganado.

Si ayer quitaron el hambre
cuando no había que comer,
tanto el rico como el pobre
hoy las comen por placer

Pepita Calles Crespo
2-6-2013

*Pepita Calles Crespo es una poetisa salmantina afincada en Barcelona que destaca por su sensibilidad y su inspiración en las cosas sencillas y cotidianas de la vida. Es autora de varias obras como “Prisionero en libertad” y “Ecos de mis pensamientos” y participa en la Asociación Poética Constancia del barrio de Sant Andreu. En este enlace se pueden leer varias de sus poesías