deshidratando setas

Cuando llegó el deshidratador a nuestras vidas hace unos meses, no fui consciente de lo útil que puede llegar a ser cuando aprendes a sacarle partido. Además de los clásicos crackers o galletitas de semillas y sabores (dulces o salados) y tan de moda en el mundo crudivegano, o trocitos de fruta como tentempiés saludables, puedes deshidratar flores (para decoración), verduras y setas.

Una vecina y amiga siempre nos suele regalar cestos de setas en temporada que recoge su marido en el bosque. Hasta la fecha yo los congelaba y me ha ido bien pero:

  • mi congelador, aunque grande, tiene un espacio limitado
  • hay que descongelarlo para cocinar muchas recetas y no puedes improvisar. Además, suelta mucha agua

Así que se me ocurrió dar uso al deshidratador eléctrico Sedona y en pocas horas este es el resultado:

deshidratando setas pasos

A 40-45 grados y en unas 4-5 horas, se absorbió rápidamente el agua (o al menos mucho rápido que con la fruta) y se redujo bastante el tamaño, lo cual es una ventaja para almacenarlas en tarros de cristal.

El proceso de RE-HIDRATACIÓN también es muy fácil y en unos 5 minutos en agua templada quedan casi como frescas¡¡¡¡

Como nuestro deshidratador es grande y tiene 9 bandejas, en una tanda he podido deshidratar muchas setas y ya las tenemos en nuestra despensa para risottos, salsas y más.

Deshidratando

Sobre la deshidratación como método de conservación de alimentos

La deshidratación es la forma más antigua y sana de conservar los alimentos y se trata sencillamente de extraer solamente el agua, mediante calor suave (entre 40 y 70º) que no altera los nutrientes. Se pueden deshidratar todos los alimentos (frutas, verduras, carnes, pescados, setas, hierbas, especias), comidas (purés, comidas), elaboraciones de dieta cruda (crackers, galletas, pizza, rollitos, tartas, crepes, snacks, barritas, granolas…) y si utilizamos un deshidratador, lo podemos utilizar también para otras aplicaciones (fermentar masas como pan, pizza o empanada, secar flores…).

Además de tener tantas posibilidades, la deshidratación presenta otras ventajas: la conservación durante meses o años; el mantenimiento de las propiedades nutricionales de los alimentos; que los sabores se intensifican al concentrarse; se reduce el espacio de almacenaje, manipulación y transporte; entre más beneficios que podéis leer en este artículo.

Se puede deshidratar al SOL, método ancestral, cuando hay sol. Eso hacemos con los tomates secos en agosto, o usar una deshidratadora eléctrica que existen de distintos precios, tamaños y formas.