agua

La veía en el supermercado al lado de las bebidas isotónicas y no me llamaba mucho la atención porque no soy deportista y no consumo esas bebidas, pero últimamente he leído sobre el agua de coco y me ha convencido para tenerla en cuenta.

El agua de coco se extrae de los cocos verdes no maduros y es 100% natural, rica en vitaminas del grupo B, minerales, oligoelementos y enzimas, con efecto alcalinizante y baja en calorías.

Se puede tomar como bebida isotónica o refescante o como base para los smoothies o zumos verdes porque le aporta ese sabor aromático y con un toque dulce y así se beben mejor las hojas verdes.

Sin ser la panacea obviamente, es un buen recurso para la cocina y no me extraña que algunas famosas hagan gala de ella. En la revista de este mes Ana Rosa nos cuentan esto sobre el agua de coco.

Algo pasa cuando tantas actrices, modelos o cantantes llevan siempre el mismo brik en la mano cuando van por la calle. Y sí, ahora lo sabemos: el agua de coco se impone entre los refrescos como bebida `milagrosa’. Tiene más electrolitos, potasio, calcio y magnesio que las bebidas isotónicas, pero… ¡¡es light!!

Además, es antioxidante y buena para el riñón, por lo que frena la retención de líquidos, tan molesta en los meses de calor. Su sabor es ligeramente dulce (algunas ni siquiera saben a coco) y en algunas marcas añaden además sabores de limón, mango o multifrutas. Si viajas a países tropicales, tómala directamente del fruto todavía verde (a los 5 o 6 meses es cuando se llena de agua). Su valor nutricional (vitaminas y minerales) es en ese momento el más alto.