Las compotas, fruta cocida, son una de las recetas ancestrales y una forma de aprovechar la cosecha si se prepara en conserva. Muchos creen que es un postre de abuelas pero a nuestro hijo le encanta nuestra versión y, desde hace un tiempo, me dedico a embotar esta compota de manzana a la vainilla para sus meriendas o cuando se le antoja algo dulce. No puedo decir que haya descartado sus chuhes u otros productos menos saludables pero sí que me pide «esa crema rica y dulce» y como no lleva azúcar y es casera, pues adelante.
Aprendí hace años esta receta en una clase con una discípula de Montse Bradford y la integré rápidamente en mi recetario, de hecho, a veces la presento como postre a los invitados acompañada de algún yogur natural y frutos secos.
Así se hace la compota más sana:
Ingredientes
- 2 kg de manzanas, hemos usado tipo golden
- 300 gr de orejones de melocotón pero podría ser otra fruta seca como explicamos en el artículo de mermeladas sin
- 600 ml de agua porque queremos una textura cremosa
- Ralladura de 1 naranja
- Una vaina de vainilla
- Un puñado de avellanas picadas para decorar
Elaboración
1. Pelamos las manzanas, quitamos el corazón y las partimos en trozos. Este es el proceso más laborioso, sobre todo si hacéis 2 kilos como yo¡¡¡¡ Existe un aparatito para pelar manzanas rápidamente pero yo no lo tengo 🙁
2. Las ponemos al fuego en una cazuela junto con el agua y los orejones también troceados, son ellos los que nos aportarán el sabor dulce sin recurrir a ningún endulzante.
3. Llevamos a ebullición y luego dejamos a fuego bajo unos 45 minutos de forma que se evapora casi toda el agua y la fruta queda muy blanda.
4. Cortamos por la mitad la vainilla longitudinalmente y con un cuchillo raspamos el interior para que caiga el polvillo negro que es la esencia de la vainilla y lo que nos dará ese sabor inconfundible. También añadimos la ralladura de naranja.
5. Batimos todo en la batidora. A mi me gusta que quede bien batido y homogéneo, sin grumos y sin que se note la naranja. Tiene cierto parecido a una mermelada pero con una textura más suave y mucho menos empalagosa.
6. Nos han salido 7 botecitos que hiervo 20 minutos al baño María y así se nos conservarán muchos meses (sigo el mismo proceso que para embotar salsa de tomate frito)
7. Y a disfrutar de la compota a la vainilla sin azúcar pero con su saludable sabor…
Noooooo!! Nada de pelar. Con piel y todo a la cazuela!
Siempre ando buscando mermeladas sin azúcar y me cuesta encontrar recetas buenas, muchas gracias por compartir. A ver si me animo!