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Seguro que has oido o pronunciado la frase «donde se está mejor es en casa», o su variante «donde mejor se come es en casa». No voy a negarlo ya que en el hogar es donde tenemos el control total: elegimos los mejores alimentos, seleccionamos las mejores recetas y generalmente consumimos recién hecho.

Pero, ¿se puede comer bien fuera de casa?, o por el contrario, se trata de una misión imposible. Pues yo creo que de todo hay en la viña del señor. La crisis económica nos está haciendo evolucionar a todos en general y a los restauradores en particular.

Por un lado veo que hay restaurantes que en sus comunicaciones se empeñan en transmitir una relación calidad/precio mucho mayor a la real. ¿Qué ocurre? Pues que te sientes defraudado y el boca oreja actua contundentemente. El negocio estará inevitablemente abocado al fracaso.

Otros profesionales de la cocina lo tienen más claro. Ofrecen una buena relación/calidad, se esfuerzan para que todo el mundo salga satisfecho (esta será su mejor y más efectiva publicidad) y sobre todo dan buen servicio. Aquí tenemos algunos ejemplos de buen hacer. La conclusión es que sortearán esta crisis y las que puedan venir en el futuro.

Uno de los beneficios colaterales (que no daños) de la crisis es que sirve de acicate para que todos mejoremos. Y observo que en muchos restaurantes hay sensibilidad hacia colectivos que demandan una alimentaión más sana. Actualmente es menos complicado encontrar, incluso en algunos restaurantes «normales», alimentos sin gluten, productos ecológicos, platos vegetarianos o cocina vegana. Y esperemos que esta tendencia siga en aumento.

Hay personas que por motivos de trabajo tienen que comer fuera de casa. Antes era complicado cuidar la alimentación. Ahora es más facil comer bien y sano yendo de restaurantes. Y si nuestra economía no nos lo permite…

¡Siempre nos queda la socorrida fiambrera!