guindillas en vinagre

Lo que hoy conocemos como guindilla es el chile (Capsicum frutescens), introducido por Colón en España y que es el resultado de su adaptación a nuestro clima. La guindilla es una variedad de pimiento que se diferencia por su forma estrecha y alargada. Pero sobre todo lo que le diferencia es su sabor picante… generalmente, muy picante.

Las guindillas son especialmente apreciadas como acompañamiento de todo tipo de potajes de legumbres. Estos días la huerta nos obsequia con una abundante cosecha, que podemos conservar de forma realmente sencilla. Esto lo haremos gracias al vinagre que, junto a la sal y al azúcar, es uno de los conservantes más utilizados.

Ingredientes y elaboración

  • Rellenamos con guindillas unos botes medianos de cristal (perfectamente limpios y las tapas -si no son nuevas- hervidas unos 15 minutos. Lo mismo que cuando hacemos conserva de tomate frito)
  • Vertemos vinagre de vino hasta cubrir aproximadamente un tercio de cada bote
  • Opcional: añadimos un chorro de aceite de oliva
  • Terminamos de rellenar con agua
  • Cerramos y esterilizamos en agua hirviendo durante 20 minutos

Aunque se pueden consumir en cualquier momento, yo os aconsejo esperar unas semanas. De esta manera las guindillas habrán adquirido algo de sabor del vinagre y del aceite y serán más sabrosas.

¡FELIZ Y SABROSO POTAJE DE INVIERNO CON GUINDILLAS!

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