lavanda

Siempre me han encantado las imágenes de la Provenza francesa con sus campos inmensos de lavanda en flor, pero yo también tengo lavanda cultivada en la huerta y silvestre en las montañas cercanas y este año he decidido aprovecharla. Además de secarla para hacer los clásicos saquitos aromáticos para el armario, el incienso de lavanda es útil para limpiar el aire de una habitación, purificarla, ahuyentar mosquitos, facilitar el sueño y aromatizar el ambiente con su olor inconfundible.

Por eso le he pedido a mi amiga y vecina, Rosana, que nos enseñe a hacer incienso de lavanda y este vídeo es el resultado. Os animo a pasear por la naturaleza, recoger unas ramitas de lavanda y prepararlo:

Materiales necesarios

  • unas 12 ramas de lavanda por cada incienso
  • hilo
  • tijeras
  • mechero o cerillas para prenderlo

Elaboración

  • Colocamos las ramitas en un ramillete con todas las flores a la misma medida. Si es necesario cortamos por el final de la rama
  • Atamos el hilo al extremo y vamos enrollándolo alrededor con especial cuidado en las florecitas. Que quede bien preto
  • Lo dejamos secar al menos 15 días o más en una habitación oscura o simplemente en una estantería
  • Cuando vayamos a usarlo, quemamos las parte superior y vamos dispersando el humo aromático por la habitación

Propiedades de la lavanda

Contiene un aceite esencial, rico en linalol, alcanfor y cineol, además de ácido rosmarínico, flavonoides, fitosteroles y taninos. Se considera sedante, antiinflamatoria, digestiva, antibacteriana, diurética, antiséptica y cicatrizante.

Se indica para calmar los nervios, los ataques de pánico y el insomnio. En tales casos se puede tomar como infusión simple, dos tazas al día, la última una hora antes de acostarse, o bien combinarla con espino albar, tilo y pasiflora, una cucharada sopera de la mezcla por taza de agua. Se infunde unos 10 minutos, se cuela y se toma edulcorada con una pizca de miel.

El aceite esencial de lavanda es muy apreciado en aromaterapia por sus efectos relajantes y calmantes. La esencia de lavanda se aplica en baños relajantes o bien en masaje suave para calmar la excitación nerviosa y la tensión muscular asociada al estrés, al sobreesfuerzo físico y a las malas posturas.

La lavanda se aplica en infusión de planta seca, en extracto líquido, tintura, cápsulas, el oleato de lavanda (lavanda en baño maría con aceite de oliva), el aceite esencial por vía oral o tópica y en cremas y pomadas.

Fuente

 

 

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