piruleta semillas parmesano

¿Quién ha dicho que las piruletas son cosa de niños y nada sanas? Será que asociamos las piruletas a caramelos de colores llenos de azúcar y sustancias peores, pero, como excepción, os presento estas piruletas de parmesano, sésamo y amapola que sorprenderán a vuestros comensales y les encantarán. Llamativas, crujientes, de sabor rico y pronunciado, son una apuesta segura para aperitivos o para llevar fuera a meriendas o picnics.

Y son mucho más fáciles de hacer de lo que parece. En casa las preparábamos solo de queso desde hace años pero cuando ví este vídeo de la cocinera británica Lorraine Pascale, una estrella de la BBC, en el que usaba semillas, lo he incorporado a mi recetario con ligeras variaciones en la presentación. Usamos palillos, ella los palitos de los cake-pops, y las clavamos en corcho forrado con una servilleta de papel bonita en vez de ese recipiente transparente del vídeo.

[youtube]http://youtu.be/T52qNZPmDME[/youtube]

Esta es la receta para 20 piruletas de parmesano, sésamo y amapola:

 Ingredientes

  • 100 gr de queso parmesano
  • 2 cucharadas de semillas de sésamo
  • 2 cucharadas de semillas de amapola
  • palillos

Elaboración

piruletas pasos

1. Rallamos el queso en un rallador o lo picamos en la Thermomix, picadora o molinillo. Igualmente, el queso se fundirá en el horno

2. Mezclamos en un bol el queso rallado con las semillas.

3. Con la ayuda de un aro o simplemente vertiendo una cuchara llena de los ingredientes, vamos haciendo círculos sobre papel de horno en una bandeja de horno. Dejamos una distancia entre ellos para que, al derretirse el queso con el calor, no se peguen las piruletas (aunque con las semillas sucede menos que sin ellas). Ponemos el palillo (con la punta hacia abajo) y con la cucharita “pulimos” la forma que queramos, teniendo en cuenta que algo de queso cubra también el trocito de palillo para que quede dentro de la piruleta.

NOTA: si queremos menos semillas, la mejor opción es hacer las piruletas solo de queso y en la bandeja de horno espolvoreamos con la mano unas pocas semillas en cada una.

4. Horneamos las piruletas unos 5 minutos a 180º pero pasado este tiempo no nos movemos del sitio porque en cuestión de segundos el queso puede pasar de tostado a quemado (el parmesano socarrado es una de las peores experiencias en la cocina y el olor queda impregnado durante días). La idea es que las piruletas queden de color vainilla oscuro, ni el blanco inicial del parmesano ni demasiado tostado porque sabrían a quemado.

5. Sacamos la bandeja del horno. Esperamos un poco a que se enfríen y con una espumadera las despegamos y las dejamos reposar sobre papel de cocina para que absorba el exceso de grasa.

6. Y ya solo queda clavarlas sobre corcho, o ese material verde con el que se hace manualidades, que forramos con servilletas de papel bonitas con alfileres. También podemos clavarlas sobre una corteza de melón o colocarlos en un vaso ancho lleno de sal gorda por ejemplo.

7. Y a triunfar¡¡¡¡

piruletas

¿Versión infantil?

En general, estas piruletas de queso y semillas gustan mucho a los niños, pero otra idea es piruletas solo de queso y decoradas con chocolate fundido (hay unos rotuladores de chocolate en los supermercados con los que se escribe con facilidad). Lo explicamos en este post

piruletas

¿Otros quesos-no queso?

  • Probad por vuestra cuenta pero considero que casi ningún otro queso curado queda tan bien como el parmesano y tampoco los quesos suaves, se funden demasiado y no todos quedan bien compactos después
  • Se podrían usar quesos veganos si funden con el calor