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«Porque todas las comidas se han cocinado, los platos y las tazas lavado;
los niños enviados a la escuela y arrojados al mundo.
Nada queda de todo ello; todo desaparece.
Ninguna biografía, ni historia, tiene una palabra que decir acerca de ello.»
Virginia Woolf

Una habitación propia, 1929

La revolución es de mayor magnitud de lo que parece. Hasta hace un tiempo, solo unos pocos poderosos (medios de comunicación e intelectuales) redactaban la historia, marcaban los criterios de lo considerado «cultura» y divulgaban conocimientos a la población. Todo ello se enfocaba en el mundo «exterior» (lo que ocurría fuera de casa, las «batallas», lo masculino, lo heróico, lo racional, …). Lo doméstico y lo que acontecía entre las paredes de nuestro hogar pertenecía a un bunker íntimo, por supuesto no se consideraba cultura de primer grado y todo lo emocional, la crianza, nuestros pucheros, artesanía, labores y gran parte del mundo femenino permaneció invisible socialmente y poco valorado.

Hasta ahora. En estos momentos de gran crisis en la estructura del Sistema y de caída de los medios de comunicación tradicionales, los anónimos han alzado la voz y todas esas temáticas hogareñas han salido del armario. Con mucha fuerza y de forma imparable y transformadora del mundo.

Esto se aprecia en todos los campos, pero en el DIY (manualidades, craft, artesanía), la cocina y la crianza-maternidad es especialmente revolucionario. Solo cuatro gurús marcaban las pautas hace una década (chefs de renombre, pediatras o supuestos expertos) y ahora hordas de ciudadanos y mamis armados de blogs/webs y redes sociales han cambiado radicalmente las reglas de juego, y a todos los niveles.

Como estamos en un blog de cocina, nos centraremos en la gastronomía donde está claro que 12.000 blogs de cocina en inglés y 10.000 en castellano han producido una metamorfosis en los fogones.

Antes seguíamos a Arguiñano y mirábamos como a extraterrestes a esos chefs con estrellas Michelin, y ahora seguimos a marujas normales –como nosotras-, que desde sus casas con cocinas desgastadas -como las nuestras- y sin un equipo que les prepare todo y les fregue, comparten sus guisos habituales con los internautas Y esas recetas salen bien a la primera y están ricas y podemos integrarlas en nuestro día a día.

Y si los cocineros afamados suelen ser hombres (con la venia de la Ruscalleda y la «hija de Arzak»), la blogosfera culinaria es principalmente femenina, no «profesional» (aunque sí de alta calidad) y muy, muy dulce (la temática repostería y cupcakes arrasa).

Pues de estos cambios se están haciendo eco también los periódicos y en poco tiempo se han publicado 2 artículos (El País y La Vanguardía) sobre los cocineros 2.0 y su público.

blogueros

No han ganado ni una estrella Michelin ni han abierto su propio restaurante ni tan siquiera la mayoría de ellos tiene estudios de cocina, pero sus platos atesoran un gran número de admiradores e imitadores. Se trata de los blogueros aficionados a las artes culinarias más populares en internet, un medio gracias al cual pueden compartir sus experiencias entre fogones, las recetas que elaboran e, incluso, dar consejos sobre la materia. No quieren competir con chefs de renombre, a pesar de versionar muchas de sus creaciones, sino ser de utilidad para aquellos que acuden a la red en busca de recetas inteligibles cuya ejecución sea apta para todos los públicos.

Efectivamente, los fogones se han democratizado y las palabras de Virginia Woolf se las lleva el viento porque ahora las emociones, el tiempo que dedicamos a nuestros hijos y cómo lo hacemos, las verduras que cultivamos, las recetas de la abuela y las nuestras modernas, cuentan, y mucho. Son la clave de la salud física y emocional de las personas, fortalecen o debilitan nuestras alas y raíces y ya ni son invisibles ni despreciadas.

De hecho, algunos blogueros de cocina ya están dando el salto a los libros impresos o las televisiones. Por ejemplo, el anuncio de un detergente para lavavajillas de Sandra del blog La receta de la felicidad (su cita «Palabra de blogguer» daría para un debate), o estos LIBROS DE RECETAS salidos de la red.

libros blogueros de cocina

Gracias a todos los blogueros que comparten sus recetas y vivencias personales con los demás (desinteresadamente en el 99’9% de los casos porque vivir de los blogs es dificilísimo) y queda claro que los que están mejorando los recetarios de las familias y la salud en este país no son los renombrados chefs sino los humildes blogueros.

Afirma Michael Pollan, experto estadounidense en vida sana, que el cambio más importante en nuestra dieta es que empecemos a cocinar casero porque hagamos lo que hagamos, incluso hamburguesas o tarta de chocolate, siempre será de mejor calidad que lo envasado o fast food.

Y en estos momentos, los que están cortando el bacalao y enseñando y animando a la gente a entrar en la cocina y convertir una lechuga en un manjar son los blogueros¡¡¡

Larga vida a todos ellos y esperemos que la cocina vuelva a convertirse en el lugar sagrado y alquímíco que un día fue…

Más info

  • Sobre el boom de los blogs de cocina: 1 y 2
  • Sobre el auge de las manualidades: 1, 2 y 3
  • Sobre la nueva maternidad: 1 y 2
  • Sobre el poder del mundo doméstico: 1 y 2