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Hace tiempo que hablamos de la «cookiterapia» o cómo alegrarte el día cocinando unas riquísimas galletas caseras para ti y/o tus amigas, llenando la casa de aromas a canela o vainilla y demostrando que en la cocina se cuecen muchas emociones, y ahora traemos este CARTEL de La cocina de Carolina que refleja muy bien  la moda actual de los cupcakes aludiendo a un mundo rosa -amoroso, dulce, benévolo- y a la felicidad que nos aporta un cupcake bien hecho.

«No puedes comprar la felicidad pero sí puedes comprar cupcakes que viene a ser lo mismo» es la consigna para que descubramos toda la magia detrás de estas magdalenas modernas y nos centremos en los pequeños placeres de la vida.

Para el que esté pensando que los cupcakes están llenos de harinas y azúcares refinados, le diría dos cositas:

  1. que se relaje, que su dieta diaria sea sana pero que se permita -si lo desea- ciertas transgresiones de vez en cuando
  2. que también podemos elaborar cookies y magdalenas con harinas integrales de espelta, con azúcar de caña, melazas de cereales o estevia, o veganas sin perder ni presencia ni sabor. Y para muestra: estas magdalenas de calabaza, nueces y canela, de calabacín y jengibre, las de zanahoria y frutos secos o este cake vegano.

Son muchos los que intentan explicar el triunfo de los cupcakes y todos llegan a la misma conclusión del cartel: es un capricho y nos sienta bien.

Los cupcakes provienen de Estados Unidos. Su traducción literal es «pastel de taza», en referencia a la medida de volumen utilizada en su preparación. Aunque aparecieron en el siglo XIX, el país ha vivido en los últimos años una auténtica fiebre por estos pasteles de formato monodosis, desatada en gran parte tras su aparición estelar en ‘Sexo en Nueva York’. Carrie y sus amigas no sólo enseñaron a las americanas que los cupcakes eran cool y te curaban de cualquier tipo de desencuentro con la vida, sino que les hizo vivir la fantasía de que no engordaban. El boom de los cupcakes, con sus decoraciones alegres, adorables y algo naïf, también está relacionado con el gusto por lo «mono» que ha hecho estragos en la reciente cultura pop (…)

En Nueva York, por ejemplo, es uno de los pocos negocios a los que la recesión económica no ha afectado, según el ‘Wall Street Journal’. En España, todos los vendedores consultados para escribir esta entrada hablan de ventas en aumento y de su creciente empleo como sustituto de las tartas en los cumpleaños. «La crisis no afecta a los pequeños caprichos«, reflexiona Waldesca Zajak. «Si no tenemos dinero para inversiones grandes, a la gente nos gusta tener al menos ratitos para sentirnos felices, un poco de dulzura, ir a un sitio diferente o imaginar que estes en un lugar lejano».
El País

La sabiduría de todas las épocas siempre nos ha dicho que la felicidad está en los pequeños momentos y en el aquí y el ahora. Y sea con un tierno cupcake o con cualquiera de estos prácticos consejos, «101 pasos hacia la felicidad» -que podemos disfrutar por menos de lo que vale uno de esos dulces-, merece la pena intentarlo…

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