El verano es el paraíso de los zumos naturales por excelencia por la variedad de fruta que encontramos y porque bien fresquitos no tienen nada que envidiar a los helados.
El zumo de fresas, albaricoques y manzanas es una combinación suave, aromática y aterciopelada para un desayuno ligero, una merienda o tentempié que nos ofrece numerosos beneficios:
La manzana limpia el organismo de residuos, refuerza las defensas y contiene una cantidad considerable de fibra y ácidos que favorecen la asimilación de los nutrientes y la circulación intestinal. No en vano, la sabiduría popular afirma que «una manzana al día mantiene al médico en la lejanía» (one apple a day keeps the doctor away).
La fresa, además de un atractivo color, nos aporta un efecto desintoxicante y remineralizante, y el albaricoque contiene más betacaroteno que ninguna otra fruta.
Y hacer zumo de frutas es muy sencillo:
Ingredientes
- 2/4 partes de manzanas
- 1/4 parte de fresas
- 1/4 parte de albaricoques
Elaboración
1. Lavamos bien la fruta, incluso usando un cepillito de ser necesario, pero no la pelamos
2. Quitamos el hueso a los albaricoques y los rabitos a las fresas y manzanas, y troceamos en el tamaño apto para nuestra licuadora
3. Licuamos en una licuadora clásica o tipo Versapers, la nueva generación, que prensa la fruta y aprovecha más sus propiedades
4. Removemos los sabores y disfrutamos de una referescante bebida sana
5. Si queremos hacer un sorbete express recordamos el truco de la sal y el hielo
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