Decía John Lennon que la vida es aquello que pasa mientras estamos ocupados haciendo otras cosas y muchas veces nos sucede que el ritmo y las obligaciones diarias nos impiden parar, respirar y mimarnos.
Aunque lo ideal es incorporar en nuestros hábitos momentos de relajación, meditación o técnicas como masajes, no siempre podemos o queremos hacerlo, y por ello es interesante tener a mano otros recursos que nos permitan unos minutos al menos de relax. Y tomar un té o infusión puede ser uno de esos momentos y nos ofrece mucho más que una bebida agradable. No en vano, la ceremonia del té está incorporada en culturas como la inglesa o la japonesa con distintos tipos de rituales.
Este anuncio de hace un tiempo de la marca Hornimans y su slogan «Disfruta de una taza de tiempo para ti» me inspira muchas sensaciones positivas: bienestar, descanso, naturalidad, un momento para respirar más profundamente y hacer una pequeña meditación y sobre todo, vida sana, slow y consciente. Vamos, un ideal para ir acercándome poco a poco.
Todos los maestros espirituales y los gurús de desarrollo personal se cansan de repetir la importancia de tomar conciencia del día de hoy, del poder del ahora y que nuestras acciones, pensamientos y emociones actuales es lo que condiciona nuestro futuro.
Quienes tomamos varias tazas de té o infusiones al día podemos aprovechar esos instantes para recordar todo esto o simplemente para respirar y disfrutar.
Y esta es una pequeña meditación del Maestro de Yoga Yogi Bhajan, quien introdujo el Yoga Kundalini en Occidente en 1969 y el creador del famoso Yogui Tea a partir de un mezcla de hierbas y especias que servía cariñosamente a sus estudiantes y que empezó a conocerse con ese nombre. Este es el ritual:
Hervimos el agua y esperamos unos 10 minutos hasta que alcance los 80º de temperatura aproximadamente y vertemos sobre la bolsita de té o infusión en la taza dejándolo reposar durante 2-3′.
Respiramos profundamente, disfrutamos dulcemente del aroma, degustamos su sabor y sobre todo, tomamos consciencia del presente, ese tiempo que equivale a la eternidad.
Felices tazas de plenitud…
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